El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada una resolución histórica para impulsar el ecosistema ciclista en Europa que apuesta por reforzar las infraestructuras ciclistas, la producción y fabricación de esta industria, y el empleo en el sector.
Se trata del reconocimiento de la industria ciclista como un activo clave para lograr los objetivos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático a largo plazo mediante una estrategia en la que los expertos en movilidad y micromovilidad debemos ser un actor fundamental.
El objetivo es aumentar el uso de la bicicleta en Europa con el desarrollo de una estrategia que duplique los kilómetros de carril bici en Europa para el final de la década, junto al necesario impulso a nivel político con medidas como ayudas a la compra de bicicletas o una mayor inversión en infraestructuras y aparcamientos.
El Parlamento Europeo destacó el potencial de las bicicletas eléctricas y el objetivo de crear dos millones de puestos de trabajos en áreas ligadas al ciclismo como la fabricación, el turismo, el comercio minorista, la salud o el deporte, triplicando el volumen de empleo actual.